Madre no hay más que una y está claro que en la cocina sientan cátedra. Así que no pude hacer otra cosa que remangarme y apuntarme a pasar la tarde aprendiendo a hacer rosquillas con la madre de un amigo.
Además de mancharme y guardar la receta me pude llevar unas cuantas rosquillas para casa que me temo que no van a sobrevivir mucho tiempo porque está buenísimas. Ahora habrá que ver qué sale el día que pruebe yo sola a hacerlas.
INGREDIENTES
3 huevos medianos
3 vasitos de azúcar
2 naranjas
3 vasitos de aceite de girasol
1 vasito de anís
1 cucharadita de canela
1 cucharadita de bicarbonato
1,2kg de harina
1L de aceite de girasol para freír y amasar
Con vasito como medida me refiero a los típicos vasos de vino que tienen de capacidad 150ml.
1. Con ayuda de un exprimidor hacemos un zumo con las 2 naranjas y cortamos la cáscara de una de ellas intentando no llevarnos parte blanca. Reservamos las 2 cosas.
2. En un recipiente grande mezclamos con unas varillas los huevos y el azúcar. A continuación añadimos el zumo de naranja, el anís y el aceite, mientras seguimos removiendo y mezclando.
Ahora añadimos la canela y el bicarbonato y mezclamos.
3. Ahora vamos a incorporar el harina poco a poco, mientras vamos mezclando la masa con las manos hasta obtener una masa homogénea y que se pegue ligeramente a las manos así que la cantidad de harina que necesitemos puede variar de unas veces a otras.
4. Ponemos una sartén o cazuela que tenga bastante fondo y vertemos gran parte de la botella de aceite de girasol y ponemos el fuego alto, aunque no al máximo. Una vez que el aceite esté caliente, echamos la cáscara de naranja y dejamos que se queme antes de retirarla.
5. Mientras el aceite va calentándose, vamos formando las rosquillas. Enharinamos la encimera y nos frotamos las manos con aceite de girasol para que la masa no se nos pegue. Vamos a ir cogiendo pequeñas pelotas de masa y formamos las rosquillas uniendo la masa por los 2 extremos.
6. Al freírlas se separan unas de otras pero hay que estar atentos de que no se nos quemen y que se nos hagan por los 2 lados.
7. Después de freír toda la masa podemos espolvorear las rosquillas con azúcar glas y canela. Yo por ejemplo no les echo nada por encima porque me parece que la masa ya queda bastante dulce.
8. Para conservarlas (sale bastante cantidad) y que no se pongan blandas lo mejor es emplear tuppers que cierren muy bien o un tarro grande de cristal que cierre a rosca. Duran bien en torno a 1 mes.
Ésta vez las fotos no son mías, Maia le hizo un estupendo book a las rosquillas
Muy buena receta, la recomiendo totalmente. :))
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