lunes, 4 de noviembre de 2013

Pollo con mostaza y miel {I love bocatas}

Cuando la pereza y la prisa se juntan hay 2 opciones a la hora de comer: una genialidad o un auténtico desastre. Así que normalmente suelo asegurármelo con el infinito (y adorado) recurso del sándwich o el bocata.

De mi aversión por los lunes ya os he hablado muchas veces y como encima estamos de vuelta de un puente hay que economizar fuerzas. Hoy os traigo un fantástico bocata de pollo con salsa de mostaza y miel.






INGREDIENTES (Para 2-3 personas)


1/2 pechuga de pollo
Pan (tipo chapata)
1 pimiento rojo morrón asado 
Canónigos
Cebolla crujiente
Sal
Pimienta

Salsa de mostaza y miel:
2 cucharadas de miel
2 cucharadas de mostaza
1/2 yogur natural sin azúcar
1 cucharadita de vinagre de Jérez
Pizca de sal
Pimienta negra


1. Elaboramos la salsa: en un bol de desayuno colocamos la miel y la mostaza y con ayuda de unas varillas o un tenedor revolvemos hasta que esté bien mezclado. Añadimos el vinagre y volvemos a dar vueltas y lo mismo posteriormente con el yogur, hasta obtener una mezcla más o menos emulsionada. Por último salpimentamos.

Yo hecho yogur porque me gusta la frescura que le da, pero mucha gente le añade mayonesa en su lugar o bien no le añade ninguna de estas 2 cosas. Hay que probar para ver cómo os gusta (¡y lo mismo con las cantidades de miel y/o mostaza!)


2. Cortamos el pollo y el pimiento en tiras. Reservamos.

Nosotros en casa solemos envasar pimientos asados en septiembre para tener para todo el año y sólo tenemos que abrir un tarro, pero sino es vuestro caso bien podéis usarlos de bote sin problema. 


3. Hacemos el pollo a la plancha con un poquito de sal y pimienta.

En este caso como vamos a preparar un bocadillo y la salsa preferimos echársela directamente por encima a todos los ingredientes, pero también se le puede añadir al pollo antes de ponerlo en la sartén o cuando el pollo esté hecho y todavía al fuego se añade la salsa y se deja reducir.


4. Cortamos el pan y montamos el bocadillo con el pollo, los canónigos, los pimientos y un poco de cebolla crujiente, regándolo con un poco de la salsa y ¡¡a comer con cuidado para que no se nos desmonte o nos manche!!



Esta salsa va también genial con ensaladas, pescado a la plancha, unas patatas... Así que la que sobra no se tira y si no vais a comerla enseguida a un mini-tupper y al congelador. 


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