jueves, 12 de noviembre de 2015

Pollo agridulce

Ahora se supone que soy una persona reformada que cocina y come algo parecido a sano y equilibrado, pero tengo un pasado oscuro: durante mucho mucho tiempo me encantaba pedir comida guarra a domicilio, especialmente con mis compis de resi o de piso. Uno de nuestros sitios estrella para pedir los fines de semana y recuperarnos de la resaca, los partidos de rugby y los excesos era un chino bastante cutre de León, y lo que casi nunca faltaba en aquel combo grasiento era el cerdo o el pollo agridulce.

Así que hace unos meses en un ataque repentino de nostalgia de tiempos gloriosos, me puse a mirar cómo se hacía esta receta, porque sinceramente, no tenía ni idea, ni por dónde empezar. Así que hice lo propio y le pedí ayuda a Internet: el señor YouTube y la página Cocino Thai me sirvieron de guía.

Y ya que estaba metida en plena investigación, la Wikipedia me contó que el pollo agridulce es una receta chino-americana y que el cerdo agridulce es la receta tradicional china que es de origen cantonés y se remonta al s. XVIII (y que por cierto es la base del Chop suey).

¡A empuñar los palillos!

Recordad, las fotos y las prisas en las cenas con gente hambrienta esperando no son buena idea.

INGREDIENTES (4 personas)

1 pechuga de pollo deshuesada y en filetes
1 huevo M
4-5 rodajas de piña en su jugo
2 pimientos amarillo
1 pimiento rojo
2 cebolletas (o unas chalotas)
1 diente de ajo
Un trocito de jengibre fresco
1 cucharada de salsa de soja
Aceite vegetal (girasol)
Aceite de sésamo
4-6 cucharadas de maicena

La receta es la misma si preferís hacerla con cerdo. Os recomiendo usar lomo o solomillo.


SALSA

2 cucharadas de tomate frito o kétchup
½ vaso de agua (unos 150 ml.)
2 cucharadas de vinagre de arroz
2 cucharadas de salsa de soja
2 cucharadas de azúcar
Pizca de sal
1 cucharadita de maicena


ACOMPAÑAMIENTO: Arroz basmati


1. Lavamos y cortamos las verduras en juliana y picamos el ajo y el jengibre. Seguidamente, escurrimos las rodajas de piña y las cortamos en trocitos. Reservamos.
 

2. En un cazo a fuego medio-bajo, empezamos a preparar la salsa: añadimos el agua y vamos añadiendo el resto de ingredientes (tomate frito/kétchup, vinagre de arroz, salsa de soja y azúcar) removiendo bien para que queden totalmente integrados. Dejamos la salsa a esa temperatura un ratito (unos 20 minutos) para que reduzca.

Pasado ese tiempo, añadimos una cucharadita de maicena para que espese un poco, mezclamos bien y apagamos el fuego y removemos de vez en cuando.

Si en casa no tenéis vinagre de arroz, se puede emplear por ejemplo vinagre de manzana (y sino pues de vino, del normal) pero al ser menos dulce, añadir a la salsa un poco más de azúcar para corregir el sabor.


3. Si vamos a poner arroz como acompañamiento (y así tener un plato único), es un buen momento también para ponerlo al fuego.


4. Cortamos los filetes de pollo en tiras o en trozos más o menos grandes y los ponemos en un bol. Añadimos la salsa de soja y el huevo (previamente batido) y mezclamos bien. Empezamos a añadir cucharadas de maicena hasta obtener una especie de pasta pegajosa que haya absorbido parte del huevo y de la salsa de soja.

No os puedo decir una cantidad exacta porque depende de la cantidad de pollo y de líquido que tengáis en el bol. La diferencia en lo que añadáis sólo va a influir en cómo quede el rebozado, más crujiente o más blando. Os recomiendo que vayáis probando para que veáis cuál es el punto que gusta.


5. En una sartén con abundante aceite vegetal y a fuego alto, freímos los trozos de pollo hasta que estén dorados (¡OJO! Que salta bastante). Los vamos sacando a un plato con papel absorbente y reservamos.


6. En una sartén tipo wok a fuego medio (o en una sartén grande que no se pegue o agarre) ponemos un chorrito de aceite de sésamo (u otro aceite vegetal, pero no de oliva). Añadimos primero el ajo y el jengibre y una vez que hayan empezado a hacerse, añadimos el resto de la verdura.

Lo suyo es que quede más o menos crujiente, así que no os paséis con el tiempo de salteado, basta con 5-10 minutos.


7. Cuando tengamos la verdura, añadimos la piña y salteamos durante un momento.


8. Retiramos el wok del fuego y añadimos los trozos de pollo y la salsa y removemos para integrarlo todo.


9. Servir cada ración acompañada por una ración de arroz blanco.



miércoles, 21 de octubre de 2015

Pizza de pimiento verde y trigueros con chorizo {Regreso al futuro}

21 de octubre de 2015, hoy es el día en que Doc y Marty McFly deberían llegar desde el pasado. O al menos, con todo el cacao de líneas temporales, a Hill Valley, California (Regreso al futuro 2).

Una fecha donde deberíamos poder ir en aeropatín, conducir por autopistas aéreas, ponernos zapatillas que se abrochan solas, pasear al perro con un dron o ir al estreno de la película de Tiburón 19.


Y otra de las cosas que deberíamos poder hacer es hidratar una pizza de pepperoni y pimiento verde en sólo 2 minutos.


Nosotros no hemos querido ser menos, y solo por si acaso Martin McFly acababa apareciendo por aquí, hemos elaborado una pizza de chorizo con pimiento verde y espárragos.



Tengo que decir que la pinta de la pizza quedó un poco rara porque por querer imitar la estética de la pizza de la peli tuvimos que poner los ingredientes por encima del queso.



INGREDIENTES

MASA
500g harina de trigo
220ml de agua tibia (1 vaso)
6 cucharadas de aceite de oliva
2 sobres de levadura seca de panadería (se pueden usar 35g de levadura fresca)
Sal

De éstas cantidades, me suelen salir 3 pizzas. Siempre hago la misma cantidad de masa, y la que sobra la congelo.

2 pimientos verdes italianos
5 espárragos trigueros
80g de chorizo
Mozzarella
Tomate frito
Orégano

Lo suyo sería haber usado pepperoni, pero me resultó imposible encontrarlo. Así que decidí usar chorizo.


1. En un bol/ensaladera, colocamos las cantidades de harina y levaduras, mezclamos y añadimos sal.

Formamos un hueco en el centro y se añade el agua tibia y comenzamos a dar vueltas a la mezcla con una espátula. Removemos hasta obtener una mezcla más o menos homogénea.

Añadimos el aceite de oliva y comenzamos a trabajar la masa con las manos, amasando con fuerza un par de minutos.


2. Hacemos una bola con la masa y la colocamos en el mismo bol tapada con un trapo de cocina durante al menos 1 hora, aunque con una media hora tendríamos suficiente (a mí me gusta dejarla un rato más).

Si hiciéramos la masa con levadura fresca, el procedimiento sería algo diferente: primero habría que desmigar y disolver la levadura en la misma cantidad de agua tibia, añadir un par de cucharadas de harina y la sal, disolverlo todo y dejarlo 10 minutos. Pasado ese tiempo, añadimos a esa mezcla el resto de la harina poco a poco mientras vamos removiendo y obtenemos una masa más o menos compacta. En ese momento añadiríamos el aceite y amasaríamos.


3. Una vez que hemos dejado reposar a la masa, ponemos a precalentar el horno a 200º.


4. Dividimos la masa en las pizzas que vayamos a preparar.

Amasamos primero con las manos y después sobre una superficie enharinada con ayuda de un rodillo vamos a comenzar a darle forma.


5. Colocamos la masa sobre un trozo de papel de horno y si tenemos, encima de una bandeja para pizzas (son bandejas redondas agujereadas) y plegamos un poco los bordes con las manos.


6. Ahora comenzamos a montar la pizza: primero colocamos una capa de tomate frito y encima vamos a colocar una capa de queso mozzarella.

Añadimos un poco de orégano.


7. Encima del queso, colocamos a un lado el chorizo, cubriendo una mitad, y al otros los pimientos verdes y los trigueros cortados en trocitos.

Si los espárragos fueran muy gruesos, conviene darles un ligero hervor antes para evitar que nos queden duros.


8. Horneamos durante unos 20 minutos, para que la masa suba y no quede cruda.


9. Si no vamos a usar la masa sobrante, se forman bolas y las guardamos en el congelador envueltas en film transparente.


10. Retiramos del horno con cuidado, servimos y cortamos en porciones.

Degustación altamente recomendada viendo un maratón de Regreso al futuro.



jueves, 1 de octubre de 2015

Hamburguesas de atún fresco

Ahora que hemos estado en temporada de atún y podemos comprar cantidades grandes a un precio asequible, muchas veces nos sobran piezas que son menos aprovechables, o bien nos sobra atún y no sabemos muy bien qué hacer con él.

En estos casos, lo ideal es emplear una receta de aprovechamiento (sacar a la abuela que lleváis dentro) y elaborar una empanada, empanadillas o como en éste caso, unas hamburguesas.

Las hamburguesas de pescado compradas dejan, por lo general, bastante que desear. En cambio, cuando se elaboran de forma casera quedan jugosas y son una forma fácil de que los que nos son muy amigos del pescado, lo incluyan en la dieta. 




INGREDIENTES (2 hamburguesas)


200-250g de atún fresco
1 huevo
2 cucharadas de pan rallado
1 cucharada de leche
Pimienta negra
Cebollino fresco
Sal
Orégano

2 panecillos
Queso brie
1 manzana (Pink lady)
Canónigos


1. Limpiamos la pieza de pescado si fuera necesario. Luego, picamos el pescado lo más pequeño que podamos con ayuda de un cuchillo que corte bien (¡y con cuidado!).


2. Colocamos el atún picado en una ensaladera o bol y añadimos la leche, la sal, la pimienta. Con ayuda de un tenedor, removemos la mezcla.

Añadimos la leche y el pan rallado y seguimos mezclando hasta obtener una pasta. Si veis que es necesario, corregir con leche o pan rallado, en función de si está muy líquida o demasiado espesa.

Picamos el cebollino y se lo añadimos a la mezcla.


3. Formamos pelotas con la masa y las aplastamos con las manos, en forma más o menos circular.

Si elaboramos más cantidad de la que vamos a consumir, es muy cómodo congelarlas ya dadas forma en paquetitos individuales de plástico transparente.


4. En una sartén antiadherente, con muy muy poco aceite (yo lo que suelo hacer es echar unas gotas de aceite en un trozo de papel de cocina y pasarlo por la sartén que vaya a usar), cocinamos a fuego alto las hamburguesas.


5. Retiramos y servimos solas, o acompañadas de patatas fritas, o de un panecillo y un poco de verdura.

No le hemos añadido salsa porque ya quedan bastante jugosas, pero si la consideráis necesaria, le iría bien una salsa sour cream, mayonesa o una salsa de mostaza y miel.



viernes, 25 de septiembre de 2015

Ensalda sōmen

Siempre que entro en una tienda de productos asiáticos me emociono mucho y acabo comprando infinidad de cosas (algunas que necesito y otras muchas que ni me hacen falta o que ni sé para qué se usan...). De esta forma, muchas cosas van simplemente a parar a la despensa, hasta un buen día aparecen de repente. Eso mismo me ha pasado con un paquete de fideos sōmen y decidí que ya era hora de sacarlos de allí y que vivieran aventuras.  

Los fideos sōmen son un tipo de fideos de harina de trigo empleados en la cocina japonesa. Se utilizan para realizar platos fríos de verano (tipo ensalada) o platos calientes con caldo.

Así que como aún nos queda un poquito de solete y buen tiempo (hay que irse mentalizando ya y empezar a despedirse de las tardes de terraza), os presento estos fideos en una sencilla ensalada.



INGREDIENTES (2 personas)

2 hatillos de fideos somen
1/2 pepino
2 huevos M
150g de tofu
4-5 hojas de lechuga
1 zanahoria
1/2 cebolleta
1 cucharadita de semillas de sésamo
1 cucharadita de semillas de lino

Decidí añadirle tofu porque tenía un trozo por la nevera que tenía que usar, pero lo más normal es añadirle otras cosas como trocitos de jamón york, atún o kamaboko (surimi). También se le puede añadir pescado ahumado, como salmón o bacalao.

Aliño ensalada
4 cucharadas de salsa de soja
4 cucharadas de vinagre de arroz
2 cucharaditas de aceite de sésamo
1 cucharadita de azúcar
Pizca de sal

En caso de que no tengáis algunas de estas cosas por casa, aunque no es lo mismo, el aceite de sésamo se puede sustituir por otro aceite vegetal y el vinagre de arroz por vinagre de manzana u otro que sea suave y en éste caso añadir un poquito más de azúcar al aliño.

Marinada para el tofu
1 limón
2 cucharaditas de pimetón dulce


1. Si vamos a emplear tofu en la ensalada, una hora antes vamos a marinarlo para que tenga más sabor.

Primero hay que eliminar todo el agua que podamos: colocamos el bloque de tofu entre 2 trozos de papel de cocina y ponemos algo pesado (un libro) encima durante unos 15 min. Retiramos el líquido sobrante, lo cortamos en dados y los ponemos en un bol con el zumo de un limón y el pimentón. 

Lo dejamos en remojo una media hora y luego pasamos los trocitos por una sartén (sin aceite) hasta que se tuesten.


2. Lavamos y picamos la verdura que vayamos a usar. Cortamos la lechuga en tiras, el pepino en semicírculo y la cebolleta y la zanahoria en bastones. Reservamos.


3. Batimos los huevos y les añadimos un poquito de sal. En una sartén que no se pegue, vamos a preparar unas tortillas muy finas. Una vez que las tengamos las vamos a cortar en tiras. Reservamos.


4. En un vaso, mezclamos todos los elementos del aliño, con especial cuidado en el que el azúcar quede disuelto en la mezcla. Reservamos.


5. Lo último en preparar son los fideos. Ponemos agua en una cazuela y añadimos un poco de sal. Cuando rompa a hervir, los añadimos. Cuidado que son fideos de cocción corta y no debemos tenerlos más de 2-3 minutos.

Los escurrimos y enseguida los pasamos por abundante agua fría, para enfriarlos. En este tipo de ensaladas hay que servirlos completamente fríos. Escurrimos bien y los colocamos en los platos.


6. Añadimos el resto de ingredientes a los fideos y aliñamos justo antes de comerlos, para que la pasta no se ablande.

Aviso: son unos fideos bastante resbaladizos, ¡así que paciencia con los palillos!



viernes, 22 de mayo de 2015

Chili con carne

Hay platos que cuando empiezas a hacerlos te gustan tanto que los preparas mucho mucho durante una temporada que luego cuando te cansas, no los quieres ni ver y caen en el olvido.

Eso es lo que me pasó con mi muy querido y muy amado chile con carne. Por suerte, alguien me recordó hace poco, que ya era hora de que le permitiese volver del exilio, y aquí estamos.

El chili con carne es un plato muy popular (casi casi emblemático) de la cocina Tex-Mex (que no mexicana). Es un guiso espeso de carne, tomate y frijoles.

Altamente fácil de hacer y altamente recomendable.



INGREDIENTES (4 personas)
500g carne picada
2 dientes de ajo
1 cebolleta
1 pimiento rojo
2 zanahorias
1/2 cucharadita de orégano
1/2 cucharadita de comino
1/2 cucharadita de cilantro
1/2 cucharadita de pimentón
1 cucharadita de jalapeños encurtidos troceados*
1 cucharadita de chiles rojos troceados*
2 tazas de frijoles o alubias rojas cocidas
2 tazas de salsa de tomate/1 lata de tomate entero pelado
Pimienta negra
Sal

CREMA AGRIA/SOUR CREAM
200ml nata líquida (para montar o cocinar)
1 limón

*En vez de chiles y jalapeños se puede simplemente usar cayena.


1. Lo primero de lo que hay que preocuparse es de la salsa de tomate: nosotros siempre la usamos casera (la preparamos en septiembre y la tenemos envasada). Y sino nos queda (como a estas alturas de año), pues atajamos con la versión rápida: unos cuantos tomates maduros o una lata de tomate entero pelado.


2. Lavamos y picamos la verdura.


3. Como vamos a acompañar el chili con sour cream o crema agria, vamos a prepararla ahora y no es más que cortar un lácteo: En un bol vertemos la nata y le añadimos el zumo de un limón recién exprimido. Empezará a coagularse y le damos vueltas de vez en cuando con una cuchara. Estará lista en unos 30 minutos.

Se puede usar nata para montar, para cocinar o leche. El resultado es el mismo, la diferencia estará en la textura que obtengamos (a mayor cantidad de grasa, más densa será la salsa).


4. En una sartén grande o una cazuela con aceite de oliva, añadimos la cebolleta, el pimiento y la zanahoria. Añadimos la sal y el ajo picado en trocitos.

Dejamos hacer la verdura a fuego medio durante unos 10 minutos. Pasado ese tiempo, añadimos la carne picada y las diferentes especias, mientras vamos removiendo.

En cuanto al picante, no os paséis y echarle más o menos lo que estéis
acostumbrados a tolerar.


5. Cuando la carne esté hecha, añadimos los tomates troceados y bajamos el fuego. Cocinamos durante unos 15 minutos, removiendo de vez en cuando.

Si usáis salsa de tomate ya preparada no hace falta dejarla todo ese tiempo, basta con remover bien un poco para que todo se mezcle bien y pasamos al siguiente punto.


6. Añadimos los frijoles o alubias, removemos y tapamos durante unos 5 minutos.


7. Apagamos el fuego y dejamos reposar otros 5 minutos.


8. Servir caliente, acompañado de la crema agria que hemos preparado y queso amarillo o cheddar. 

Se puede comer de distintas formas. Las más comunes son acompañar el chili con arroz, con nachos o preparando unos burritos con tortas de trigo o maíz.




miércoles, 15 de abril de 2015

Tarta de queso y arándanos {Cranberry cheesecake}

Hay dos trastornos que suelen ir asociados: cuando empiezas a tener una cantidad preocupante de cacharros y trastos de cocina, significa que también tienes un montón de libros de recetas en la estantería.

Estaba revolviendo entre los libros buscando un par de ideas para una cena y me topé sin querer con ésta cheesecake. Es una receta de Nigella Lawson, de su libro Cocina rápida saludable. Es una receta genial de tarta sin horno, una buena alternativa a la típica tarta de queso crema con gelatina o cuajada.




INGREDIENTES

125g galletas (tipo digestive/maría)
80g mantequilla
300g queso mascarpone
250ml nata para montar
60g icing sugar o azúcar glas
1 cucharada de azúcar avainillado
1 cucharadita zumo de limón
4-5 cucharadas de mermelada de arándanos


1. Derretimos la mantequilla que vayamos a utilizar.

Con ayuda de un pincel de cocina, pintamos con un poco de mantequilla el molde desmontable que vayamos a usar y para evitar disgustos al desmoldar, yo también suelo forrarlo con papel de horno.


2. Trituramos las galletas con ayuda de un rodillo y las mezclamos con la mantequilla hasta formar una pasta. La colocamos sobre el fondo del molde.


3. Con unas varillas o una batidora de varillas mezclamos en un bol el queso, el azúcar glas y avainillado y el zumo de limón.

Yo usé mascarpone porque tenía una tarrina en la nevera y sinceramente tenía que hacer algo con ella, pero con cualquier queso crema (tipo Philadelfia) debería quedar igual de bien. 


4. Montar la nata (recordar que para que monte bien tiene que estar bien bien fría). Una vez montada la añadimos a la mezcla anterior y batimos con cuidado.


5. Vertemos la mezcla en el molde, sobre la base de galleta, e intentamos que la superficie nos quede uniforme con ayuda de una espátula.


6. Lo metemos todo a la nevera durante un mínimo de 3 horas, pero si lo dejáis más tiempo o de un día para otro, mejor.


7. Cuando vayamos a servirla, recubrimos la parte superior de la tarta con la mermelada y la extendemos.

Quería usar una mermelada o crema que fuera poco dulce, para no recargar la tarta, por eso elegí la de arándanos, pero se puede incluir cualquiera que os guste más.



sábado, 14 de marzo de 2015

Pineapple and strawberry pie {Pi Day}

Celebramos muchas cosas mucho más estúpidas y nos sabemos de memoria en qué día caen, así que no me miréis raro cuando os digo que hoy 14 de marzo, hay que celebrar el Día de Pi como se merece. (Se celebra hoy por la forma en la que se escriben normalmente las fechas en EEUU, 3/14).

Para celebrarlo, he preparado una Pi pie, o bueno, una tarta de piña y fresas.

Y si alguien se atreve a decir que Pi no es un número precioso... ¡Qué coja sus cosas y se vaya!

¡Happy Pi Day!



INGREDIENTES

MASA
300g harina de trigo
1 cucharada de azúcar
1 pizca de sal
150g mantequilla
150ml agua fría

RELLENO
3 rebanadas de piña natural
1 manzana
200-300g fresas
1 huevo
1 cucharada de zumo de limón
1 cucharada de harina
60g azúcar
1 trocito de mantequilla


1. Lo primero es preparar la masa: sacamos la mantequilla de la nevera y la cortamos en daditos.

En un recipiente añadimos harina, sal y azúcar y mezclamos. Añadimos la mantequilla recién cortada y amasamos con las manos (con el calor la mantequilla se va mezclando con el resto de ingredientes).

Cuando obtengamos una masa con aspecto de "migas", añadimos el agua fría hasta obtener una mezcla homogénea.

Repartimos la masa en los bolas, las tapamos con plástico transparente y a la nevera durante unos 30-40 minutos.


2. Mientras la masa está enfriando, preparamos el relleno. Lavamos y cortamos la fruta en trocitos y los ponemos sobre un plato hondo. Añadimos el azúcar y el zumo de limón y dejamos macerando.


3. Precalentamos el horno a 180º.


4. Sacamos la masa de la nevera y la estiramos con un rodillo (es una masa altamente pegajosa, así que ayudaros con harina). Con uno de los trozos forramos el molde.


5. Añadimos lo que nos falta al relleno: harina y un trocito de mantequilla cortado en trocitos más pequeños. Revolvemos y lo ponemos sobre la masa que tenemos en el molde.


6. Con el otro trozo de masa hacemos lo mismo, amasamos y se puede colocar de distintas formas: nosotros hemos optado por un enrejado, pero simplemente se puede colocar la tapa y hacer 3-4 cortes.


7. Batimos un huevo y pintamos la tarta.


8. Horneamos durante unos 45-50 minutos, hasta que esté dorada.


9. Servir templada o fría.




viernes, 6 de marzo de 2015

Pasta con bacalao y espinacas

Cuando compramos en casa bacalao en salazón, no puedo evitar pensar siempre en comida viejuna y en tiendas de ultramarinos. Y más si como ahora, según dicen, todavía estamos en época de cuaresma.

A nosotros nos encanta en casi todos sus formatos, los trozos altos siempre desaparecen antes y los trozos más bajos suelen acabar con potaje o en croquetas. Y los trozos solitarios que quedan... pues los comemos crudos en ensalada, como la que os traigo hoy.





INGREDIENTES

Cantidades aproximadas para 2 personas

200g tallarines
2-3 trozos de bacalao bajo en salazón
2 manzanas
Espinacas frescas
15-20 nueces
Queso parmesano
1 limón
Aceite de oliva virgen
Orégano
Sal


1. Desalamos los trozos de bacalao en agua fría durante al menos 24h, cambiando el agua un par de veces. Recordad que el proceso de desalado es más rápido o lento dependiendo del tamaño de las piezas.


2. Una vez desalado, desmenuzamos el bacalao, retirando la piel y las espinas. Reservamos.

Nosotros vamos a incorporar el bacalao crudo al plato, pero si no os gusta la textura, se puede pasar un par de minutos por la sartén.


3. Lavamos, pelamos y cortamos en trocitos las manzanas y en juliana las hojas de espinacas. Lo reservamos junto con las nueces peladas.


4. En un vaso, preparamos el aliño con 3-4 cucharadas de zumo de limón recién exprimido y unas 6 de aceite oliva virgen. Añadimos una pizca de orégano y sal.


5. En una olla con agua y un poco de sal, cocemos la pasta hasta que esté al dente y escurrimos.


6. En un plato hondo, colocamos la pasta, vamos añadiendo el resto de ingredientes que tenemos preparados.

Por último añadimos el aliño de limón y rallamos por encima un poco de queso parmesano. Mezclamos todo.



viernes, 6 de febrero de 2015

Chop suey

Seguramente no seré la única en la sala que al escuchar el nombre de este plato piense (y luego canturree, por supuesto) en la canción de System of a Down antes que en comida. 

Además de este mítico tema (¡Qué nadie se ría, porque aquí TODOS tenemos un pasado!), es un también famoso plato de origen chino, muy sencillo de preparar, a base de carne/pescado con verduras.

¡A empuñar los palillos!



INGREDIENTES (4 personas)

1 pechuga de pollo
3 zanahorias
2 pimientos verdes
1 puerro
2 cebolletas
1 diente de ajo
4 cucharadas de salsa de soja
2 cucharaditas de azúcar
2 cucharadas de maicena
2-3 cucharaditas de aceite de sésamo
1 taza de brotes de judía mung o brotes de soja (frescos o en conserva)
1 trocito de jengibre freso
500ml caldo de pollo
Aceite vegetal (girasol)
Sal
Pimienta negra

Si queréis prepararlo con pescado, con otro tipo de carne o incluso sólo con verduritas, se preparar exactamente igual y sólo tenéis que cambiar el tipo de caldo.


1. Si vais a usar caldo casero (y por favor, decidme que sí), pedir en la carnicería que os pongan el hueso de la pechuga de pollo.

No hace falta hacer un súper caldo, así que basta con poner agua a cocer el hueso de pollo, sal y un poquito de laurel.

Si vais mal de tiempo, sois vagos o la preparación del plato os pilla sin nada en casa, basta con usar un caldo de los que vienen preparados.


2. Cortamos el pollo en tiras y lo colocamos en un plato hondo.

En un vaso, mezclamos bien las 4 cucharadas de salsa de soja con las 2 de azúcar. Se lo añadimos al pollo y dejamos macerando durante unos 30 minutos.


3. Mientras tanto, lavamos y cortamos la verdura (la que podamos como la zanahoria o el pimiento, los cortamos en bastones).

El jengibre y el ajo los cortamos en trocitos pequeños.


4. Una vez macerada la carne, la escurrimos bien y la ponemos a hacer al wok con un poco de aceite de girasol (sino tenéis wok, basta con usar una sartén grande que no se pegue).

Dejamos que el pollo se haga un poco a alta temperatura, para que se dore un poco, durante unos 5 minutos. Salpimentamos y añadimos el ajo y el jengibre, así como las verduras y cocinamos a fuego un poco más bajo durante unos 10-15 minutos, hasta que la verdura esté hecha pero todavía siga durita.


5. En cuanto a los brotes de soja o brotes de judía mung, son imprescindibles en el plato. Si se usan frescos se incorporan con el resto de verduras y si son en conserva los reservamos para el final.


6. Mientras se hacen las verduras y el pollo, preparamos el caldo: en un cazo a parte lo ponemos a hervir y añadimos 2 cucharadas de maizena disueltas en un vaso con 4 cucharadas de agua.

Removemos bien intentando que queden la menor cantidad de grumos posible y calentamos hasta que espese la salsa de pollo.


7. Una vez que las verduras y el pollo están hechos, añadimos el aceite de sésamo (y los brotes si los usamos en conserva) y removemos bien.

Si la salsa de pollo ya está espesa la añadimos también, aunque no la echéis toda de repente porque puede que os sobre. Ir añadiendo poco a poco, porque lo suyo es que quede un plato jugoso y con caldo no una sopa.

Calentamos todo junto a fuego lento durante unos 5 minutos para que se mezcle todo bien.


8. Servir y acompañar con arroz blanco.

Lo suyo es acompañarlo con arroz cocido al vapor. Bueno, desde aquí reconocemos que por comodidad (y porque nos gusta mucho mucho) solemos usar arroz basmati cocido con agua.



viernes, 30 de enero de 2015

Tartar de atún rojo

Cualquiera que haya comido alguna vez conmigo o haya hablado (o discutido) sobre comida con mi persona, sabe seguro que a mí las cosas de comer me gustan crudas, crujientes o sangrantes. Por eso mismo, muero de amor con todo este tipo de preparaciones.

Se pueden hacer con carne o pescado (y en este caso lo que más se suele usar es salmón o atún). Lo más importante para éste plato es una buena materia prima y sobre todo, muy fresca (sino... es mejor cambiar el menú).

La receta al final es una mezcla de recetas de todas las veces que he comido este tipo de cosas en bares o restaurantes, que me lo ha preparado gente que cocina de miedo en su casa, que he leído en libros y sí, también en internet.


INGREDIENTES (por persona)


Unos 150g de lomo de atún rojo
1/2 tomate
1/2 aguacate maduro
2 cucharadas de aceite de oliva virgen 
1 cucharadita de zumo de limón o lima
2 cucharaditas de semillas de sésamo y/o lino
1 cucharadita de salsa de soja
1 cucharadita de cebollino picado
Un pizca de sal
Pimienta negra


*Usamos estas cantidades porque lo preparamos casi como plato único, normalmente acompañado por una de ensalada.

**Mucha gente le añade mayonesa y/o salsa Worcestershire o salsa Perrins a la mezcla (en este caso sería 1 cucharadita de cada). Yo sinceramente no lo considero necesario, pero aquí os lo dejo como opcionales.


1. Lo primero es encargarnos del pescado: Nosotros en casa somos unos kamikazes y no congelamos nunca el pescado antes de comerlo crudo (igual no está bien hecho, pero somos muy cabezotas y jamás nos ha pasado nada), pero si sois gente más cuerda, basta con meterlo con cariño al congelador un mínimo de 48 horas.


2. Cortamos el pescado con un cuchillo bien afilado en taquitos de 1cm más o menos. Reservamos.


3. Cortamos también en taquitos el aguacate y el tomate. Mezclamos con el atún (si queréis montarlo por capas con un aro, basta con reservarlos y destrozarlo justo cuando vayamos a comerlo).


4. Vamos a ir añadiendo los distintos ingredientes a la mezcla anterior y cada vez que incorporamos uno, vamos removiendo con una cuchara. 

Lo último que incorporamos es el cebollino y el zumo de limón/lima recién exprimido.


5. Probamos el tartar resultante y corregimos algún sabor si fuera necesario (es mejor quedarse corto y luego tener que añadir un poquito más de sal o salsa de soja, por ejemplo). 


6. Servir inmediatamente y consumir acompañado de una rebanada de pan recién tostado.



lunes, 19 de enero de 2015

Tarta de naranja y manzana

Espero que los excesos navideños no os hayan maltratado mucho y que ya todo el mundo poco a poco vaya recuperando su complexión habitual.

No puedo negar que después de terminar harta de comer y beber durante las vacaciones y tras acabar con el último trocito de Roscón de Reyes, apareció un terrible y repentino sentimiento de culpa y el fiel juramento de todos los años de que voy a pasarme todo enero (y si me apuras, lo que queda de invierno) comiendo de la forma más sana posible. ¡Pero todo el mundo tranquilo! Que ya se me ha pasado ese momento de enajenación mental.

Además, hoy 19 de enero, es el Blue Monday, según dicen el día más deprimente del año (el tercer lunes de enero). Y para combatir la tristeza y depresión que estadísticamente tenemos que sufrir hoy, qué mejor que una tarta de naranja y manzana.




INGREDIENTES

3-4 manzanas
1 naranja
3 huevos M
200ml nata
80g mantequilla
4 cucharadas de harina
1 cucharada de azúcar avainillado
100g azúcar
Pizca de sal

BASE: MASA QUEBRADA
200g harina
100g mantequilla
1 vaso (250ml aprox) de agua fría
1 cucharadita de azúcar
Pizca de sal

1. Hay que empezar con la masa: sacamos la mantequilla que necesitamos de la nevera y la cortamos en dados. Hay que usarla fría, sin que haya empezado a derretirse.

2. En un recipiente tipo ensaladera, ponemos el harina, el azúcar y la sal. Removemos un poco para mezclar y añadimos la mantequilla cortada.

Con las manos empezamos a amasar bien la mezcla y añadimos el agua fría. Seguimos amasando hasta obtener una masa homogénea. Hacemos una bola y la envolvemos en plástico transparente y la dejamos reposar en la nevera 30-45 minutos.

3. Cuando haya pasado el tiempo de espera de la masa, la sacamos de la nevera y precalentamos el horno a 180º.

4. Espolvoreamos un poco de harina sobre la superficie de trabajo (para que no se nos pegue la masa) y comenzamos a amasar con las manos. Con ayuda de un rodillo, conseguimos más o menos un círculo del tamaño aproximado del molde.

5. Engrasamos el molde, ponemos un poco de papel de horno sobre él y lo forramos con la masa, retirando los bordes sobrantes.

Pinchamos un poco la masa con un tenedor y colocamos por encima un puñado de garbanzos (o cualquier otra legumbre que tengamos por casa) para que con el calor se abombe lo menos posible. Horneamos unos 10 minutos.

6. Mientras tanto empezamos con el relleno: pelamos las manzanas y las cortamos en trocitos, menos una de ellas que la vamos a cortar en láminas. Reservamos.

Cogemos la naranja y rallamos parte de la piel (un poco menos de la mitad es suficiente). La exprimimos y reservamos 50ml de zumo.

7. En un recipiente añadimos los huevos, la nata, la mantequilla (previamente derretida) y el zumo de naranja. Con ayuda de unas varillas vamos mezclando y añadiendo el azúcar, el harina, la sal, la ralladura de naranja y el azúcar avainillado.

Cuando la masa esté homogénea, añadimos los trocitos de manzana (excepto los cortados en láminas).

8. Retiramos la masa quebrada del horno y quitamos los garbanzos (o lo que hayamos usado). Vertemos el relleno y distribuimos la manzana de forma un poco uniforme porque sino va a quedarse toda en el centro. En la capa superior colocamos los trozos de manzana cortados en láminas, intentando que se hundan lo menos posible.

9. Horneamos a 180º durante unos 40 minutos. Retiramos cuando esté dorada la masa y la tarta esté firme. Esperar un ratito para desmoldar (al menos 30 minutos) para evitar desastres.

10. Servir en frío.

No es necesario preparar un acompañamiento o topping, pero si os apetece o os parece que le falta algo, podéis ponerle una fina capa de mermelada de naranja o melocotón por encima.