jueves, 12 de noviembre de 2015

Pollo agridulce

Ahora se supone que soy una persona reformada que cocina y come algo parecido a sano y equilibrado, pero tengo un pasado oscuro: durante mucho mucho tiempo me encantaba pedir comida guarra a domicilio, especialmente con mis compis de resi o de piso. Uno de nuestros sitios estrella para pedir los fines de semana y recuperarnos de la resaca, los partidos de rugby y los excesos era un chino bastante cutre de León, y lo que casi nunca faltaba en aquel combo grasiento era el cerdo o el pollo agridulce.

Así que hace unos meses en un ataque repentino de nostalgia de tiempos gloriosos, me puse a mirar cómo se hacía esta receta, porque sinceramente, no tenía ni idea, ni por dónde empezar. Así que hice lo propio y le pedí ayuda a Internet: el señor YouTube y la página Cocino Thai me sirvieron de guía.

Y ya que estaba metida en plena investigación, la Wikipedia me contó que el pollo agridulce es una receta chino-americana y que el cerdo agridulce es la receta tradicional china que es de origen cantonés y se remonta al s. XVIII (y que por cierto es la base del Chop suey).

¡A empuñar los palillos!

Recordad, las fotos y las prisas en las cenas con gente hambrienta esperando no son buena idea.

INGREDIENTES (4 personas)

1 pechuga de pollo deshuesada y en filetes
1 huevo M
4-5 rodajas de piña en su jugo
2 pimientos amarillo
1 pimiento rojo
2 cebolletas (o unas chalotas)
1 diente de ajo
Un trocito de jengibre fresco
1 cucharada de salsa de soja
Aceite vegetal (girasol)
Aceite de sésamo
4-6 cucharadas de maicena

La receta es la misma si preferís hacerla con cerdo. Os recomiendo usar lomo o solomillo.


SALSA

2 cucharadas de tomate frito o kétchup
½ vaso de agua (unos 150 ml.)
2 cucharadas de vinagre de arroz
2 cucharadas de salsa de soja
2 cucharadas de azúcar
Pizca de sal
1 cucharadita de maicena


ACOMPAÑAMIENTO: Arroz basmati


1. Lavamos y cortamos las verduras en juliana y picamos el ajo y el jengibre. Seguidamente, escurrimos las rodajas de piña y las cortamos en trocitos. Reservamos.
 

2. En un cazo a fuego medio-bajo, empezamos a preparar la salsa: añadimos el agua y vamos añadiendo el resto de ingredientes (tomate frito/kétchup, vinagre de arroz, salsa de soja y azúcar) removiendo bien para que queden totalmente integrados. Dejamos la salsa a esa temperatura un ratito (unos 20 minutos) para que reduzca.

Pasado ese tiempo, añadimos una cucharadita de maicena para que espese un poco, mezclamos bien y apagamos el fuego y removemos de vez en cuando.

Si en casa no tenéis vinagre de arroz, se puede emplear por ejemplo vinagre de manzana (y sino pues de vino, del normal) pero al ser menos dulce, añadir a la salsa un poco más de azúcar para corregir el sabor.


3. Si vamos a poner arroz como acompañamiento (y así tener un plato único), es un buen momento también para ponerlo al fuego.


4. Cortamos los filetes de pollo en tiras o en trozos más o menos grandes y los ponemos en un bol. Añadimos la salsa de soja y el huevo (previamente batido) y mezclamos bien. Empezamos a añadir cucharadas de maicena hasta obtener una especie de pasta pegajosa que haya absorbido parte del huevo y de la salsa de soja.

No os puedo decir una cantidad exacta porque depende de la cantidad de pollo y de líquido que tengáis en el bol. La diferencia en lo que añadáis sólo va a influir en cómo quede el rebozado, más crujiente o más blando. Os recomiendo que vayáis probando para que veáis cuál es el punto que gusta.


5. En una sartén con abundante aceite vegetal y a fuego alto, freímos los trozos de pollo hasta que estén dorados (¡OJO! Que salta bastante). Los vamos sacando a un plato con papel absorbente y reservamos.


6. En una sartén tipo wok a fuego medio (o en una sartén grande que no se pegue o agarre) ponemos un chorrito de aceite de sésamo (u otro aceite vegetal, pero no de oliva). Añadimos primero el ajo y el jengibre y una vez que hayan empezado a hacerse, añadimos el resto de la verdura.

Lo suyo es que quede más o menos crujiente, así que no os paséis con el tiempo de salteado, basta con 5-10 minutos.


7. Cuando tengamos la verdura, añadimos la piña y salteamos durante un momento.


8. Retiramos el wok del fuego y añadimos los trozos de pollo y la salsa y removemos para integrarlo todo.


9. Servir cada ración acompañada por una ración de arroz blanco.