martes, 16 de febrero de 2016

Mini bundt-cakes de limón y chocolate blanco

¡Vaya estrés de vida! Desde que me mudé hace unos meses a la muy estresante ciudad de Madrid no es que no haya publicado, es que tampoco me he arrimado mucho a los fogones.

En un firme propósito de que esto no puede ser así, os presento estos adorables mini bundt-cakes de limón y chocolate blanco (que antes de poner caras raras, simplemente son bizcochos pequeños con un agujero en medio).

La combinación del ácido del limón con el chocolate blanco me ha parecido muy fresquita y poco pesada. Además se hacen en un momento, aptos para gente estresada y cansada como yo.




INGREDIENTES

(Mezcla para 14-16 mini bundt cakes o para 1 de tamaño normal)
3 huevos M
60g mantequilla
100ml de leche
1 sobre de levadura en polvo
1 limón
3 cucharadas de azúcar avainillado
1 yogur natural sin azúcar
200g harina
80g azúcar moreno
40g chocolate blanco
Pizca de sal

Glaseado
Zumo de medio limón
5-6 cucharadas de azúcar glas


1. Para tener la mantequilla en punto pomada, la sacamos un ratito antes de la nevera, para que cuando vayamos a usarla esté blandita, en punto pomada.


2. Precalentamos el horno a 180º.


3. Lavamos el limón y rallamos más o menos la mitad de la piel. Reservamos.


4. Dejamos listo el chocolate: podemos rallarlo o bien trocearlo para obtener chips o chispas. Reservamos.


5. En un recipiente y con ayuda de unas varillas mezclamos los huevos, el azúcar (moreno y avainillado) y la mantequilla. Removemos bien y añadimos la leche y el yogur y volvemos a remover.

Ahora añadimos los elementos secos previamente tamizados: harina, levaduray sal. Batimos y cuando tengamos una masa homogénea añadimos la ralladura de limón y el chocolate.


6. Si es necesario engrasamos el molde. Vertemos la masa y horneamos a 180º durante unos 25 minutos. Compramos que esté hecho pinchando con un palillo.

Estar atentos porque al ser pequeños tardan mucho menos que cuando usamos un molde bundt de tamaño normal (que necesitaría al menos 40 minutos).


7. Sacamos del horno y esperamos al menos unos 30 minutos para poder (¡cruzar los dedos!) desmoldar sin romper el bizcocho.


8. Una vez desmoldado, dejamos que se vaya enfriando sobre una rejilla.


9. Cuando estén fríos (nunca lo añadáis en caliente) preparamos el glaseado.

Con el limón que hemos rallado antes hacemos un zumo (con medio o con entero, en función del tamaño del limón). A éste zumo, le añadimos poco a poco cucharadas de azúcar glas mientras vamos removiendo, hasta obtener la textura deseada (que sea líquido pero que esté lo suficientemente viscoso).

Vertemos con cuidado por encima de los bizcochos y los dejamos un rato para que se vaya solidificando.


10. Servir como postre o merienda.