El pastelocho nació por casualidad un domingo en el que tenía ya todo preparado y mezclado para hornear un bizcocho de chocolate y café, cuando me di cuenta de que quedaba muy poco harina y estaba todo cerrado. Después del ataque de pánico, eché la que tenía a la mezcla y lo metí al horno, sin muchas esperanzas de lo que pudiera salir de ahí.
El resultado fue una textura sorprendente, muy jugoso pero también esponjoso. Desde luego, un golpe de suerte estupendo.
INGREDIENTES
300ml leche desnatada
70g mantequilla
90g chocolate negro sin azúcar
2 cucharadas de café soluble
2 huevos grandes/3 huevos medianos
100g harina
1 cucharada y media de levadura en polvo
90g azúcar
Almendras
Pizca sal
1. Precalentamos el horno a 180º.
2. En un cazo a fuego medio disolvemos el café en la leche. Añadimos la mantequilla y el chocolate y removemos hasta que todo esté bien mezclado. Retiramos del fuego y reservamos.
3. En un bol/ensaladera con ayuda de unas barillas, mezclamos los huevos y el azúcar. Añadimos después la levadura, la pizca de sal y el harina y volvemos a mezclar.
4. A la masa anterior, incorporamos la mezcla de leche que teníamos reservada (que ya estará más fría). Mezclamos bien y añadimos almendras (enteras o troceadas).
5. Vertemos la masa en un molde previamente engrasado y horneamos a 180º durante unos 45 minutos. Comprobamos que esté hecho pinchándolo con un palillo.
6. Retiramos del horno y lo colocamos sobre una rejilla y esperamos al menos unos 30 minutos para desmoldar.
7. Servir junto con un café una vez se haya enfriado.
También está muy bueno si lo acompañamos con un poco de helado de vainilla.
Tiene una pintaza espectacular, una suerte que no te acordaras de "la Piñonera" ;P
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