jueves, 16 de marzo de 2017

Curry verde de pollo y verduras

¡He vuelto! Sólo me ha costado un año diciéndome a mi misma que en cuanto tuviera un hueco subía una receta nueva. Básicamente era una mezcla potente de pereza y falta de tiempo.

Me reengancho empuñando los palillos, con una receta tradicional de la gastronomía tailandesa y bastante sencilla de preparar.



INGREDIENTES (4 personas)


2 cucharadas de pasta de curry verde**
1 trocito de jengibre fresco
1 pechuga de pollo entera limpia y sin piel
2 dientes de ajo
1 cucharada azúcar moreno
400ml leche de coco
1/2 vaso de agua
Ralladura de 1/2 lima
1 pimiento rojo
1 pimiento verde
1 pimiento amarillo
2 zanahorias
1 cebolla morada
Aceite de girasol
Sal

Acompañamiento: Arroz jazmín

**El curry verde es bastante picante y nosotros en casa tenemos mucha tolerancia. Sino es vuestro caso usar sólo una cucharada, ¡que es mejor que no os paséis para que podáis comerlo!


1. Lavamos y cortamos las verduras en tiras o en trocitos. Lo mismo hacemos con el pollo, limpiamos la pechuga, la separamos en 2 mitades y cortamos en trozos (que no sean muy pequeños para que al hervir luego todo junto no nos quedemos sin pollo en el plato). Reservamos.


2. Pelamos y cortamos los dientes de ajo y el trozo de jengibre en láminas o trocitos pequeños.

En un wok, sartén grande o cazuela que no se pegue, añadimos un poco de aceite de girasol y lo ponemos a fuego medio.


3. Añadimos el ajo y el jengibre y vigilamos y removemos hasta que empiece a dorarse. En ese momento, añadimos dos cucharadas de pasta de curry y removemos en el wok para que se vaya deshaciendo en el aceite.

Cuando el aspecto de la pasta haya cambiado ligeramente (un par de minutillos), añadimos un poco de leche de coco y removemos para que la pasta de curry se incorpore a la salsa, y aprovechamos también para añadir una cucharada de azúcar y remover.


4. Una vez que está todo mezclado, incorporamos las verduritas y el pollo y dejamos otros 5 minutos a que se mezcle todo mientras lo vamos removiendo.


5. Pasado ese tiempo, añadimos la leche de coco restante y medio vasito de agua para diluirla un poco. Añadimos un poquito de sal y la ralladura de lima. Dejamos toda la mezcla a fuego suave para que se vaya haciendo durante unos 30-40 minutos.

En casa el curry nos gusta muy caldoso, pero sino es vuestro caso, basta con reducir la cantidad de leche de coco y aumentar el tiempo de cocción.


6. Mientras el curry se va preparando, aprovechamos para dejar haciéndose el arroz que nos va a servir como acompañamiento del plato (sino encontráis jazmín, se puede usar basmati).


7. Cuando veamos que la salsa se ha reducido un poco y que todos los elementos están cocinados, retiramos del fuego y servimos.

Hemos aprovechado también la ocasión para abrir una cerveza tailandesa que compramos el otro día dando una vuelta por los supermercados asiáticos del barrio de Tetuán.

¡Buen provecho!


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